Un brindis, ¡chinchín!

Publicado por: Celia Moreno Ortega En: Celebraciones En: viernes, diciembre 27, 2019

¿Por que nos empeñamos en reinventar el vestido que en una ocasión compramos y solo no lo hemos puesto una vez, pensando, que te lo podías poner también en Noche Vieja?

Me gusta planificar la navidad, comidas con amigas, reuniones familiares, encuentros de año en año, tradiciones… Me parecen unas fechas especiales cargadas de buenos deseos.

Muchos planes en tu agenda ¡Se enciende la alerta roja! ¡Necesitamos estar preparadas!

Miramos por encima la colección de fiesta en las tiendas, pero nos convencemos de que tenemos nuestro vestido, sí, ese vestido que solo te has puesto una vez, situado en esa parte del almario que solo nos acordamos de ella una vez al año, mira bien, el vestido que tienes al lado del abrigo largo negro que en los bolsillos encontraras la barra de labios que te encantaba y un poco de confeti de la fiesta del año pasado.

No sé si estaréis de acuerdo conmigo, pero año tras año, la ropa de fiesta no se reinventa, tengo la sensación de que nos colocan las mismas prendas todos los años, brillos, dorados, terciopelo, lentejuelas...como si sólo estuviera permitido brillar en navidad.
Y no olvidarme de los clásicos, pantalón y vestido negro que te llevas al probador porque siempre es un fondo de armario...

Por eso pensamos que si a nuestro vestido que es súper parecido ¡ojo! Parecido, pero no igual, le podemos buscar un cinturón actual (años 80) nos ponemos unos súper pendientes y un peinado que vimos en Facebook que menos mal capturamos con el teléfono ¿Cuanto tiempo gastamos en pensar? Reinventar ese vestido que solo nos hemos puesto una vez y sentirnos súper orgullosas de volver a ponérnoslo, personalizado y encima nos permitimos el lujo de decir que es de otra temporada... ¡tan apañadas!

La versión mas real de estos días atípicos es diferente, vamos tan decididas a buscar los accesorios perfectos para nuestro vestido...y cuando encontramos el vestido... no lo recordábamos exactamente, no sabemos si nos quedará bien...nos lo probamos... ¡y se vuelve a encender la alerta roja!

Por si acaso seguimos sin hacer deporte porque, da igual, nos vamos a comer todo igualmente y en enero ya se verá si este año conseguimos llegar a tiempo a la operación bikini.

Más horas de trabajo, el tiempo se nos viene encima, las tiendas cargadas de gente, el parking completo, menos descanso debido a nuestra planificación de navidad...llamas a tu hermana para contarle tu problema, te da varias soluciones. En un primer momento te resuelven poco, al final acabas en el armario de tu hermana.

Quiero hacer un brindis para que cada año todas podamos estrenar vestido.

Chinchín
¡Feliz Navidad!

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