Yo le llamo entrar en crisis absurda, cuando los minutos pasan mucho más deprisa de lo normal, tú que ibas con tiempo y te quedas bloqueada, a la misma vez piensas todas las cosas que viste en tu ultimo día de tiendas y que si te hubieras comprado irías estupenda para la ocasión, todo un súper problema en ese momento, que te gustaría meterte debajo del edredón y quedarte sin salir...que luego pensándolo bien no es para tanto...
En muchas ocasiones y yo la primera, compramos de forma impulsiva porque nos apetece o quizás sea necesario, una semana picamos con una camiseta...a la siguiente con un collar chulo, un vaquero que ese día nos sienta estupendo...se produce la magia de las tiendas, cuando de repente te ves y te sientes divina, visualizas en décimas de segundo varias veces todo tu armario armando en tu cabeza todos los posibles outfits, te da tiempo hasta imaginarte lo guapa que quedarías en las fotos de la escapada que tienes pensada para el fin de semana, se crea la felicidad, sonríes y piensas, me lo llevo! La realidad no sé porque la historia cambia cuando llegas a casa.
Quiero dar mi significado particular de la shopping terapia, cuando se producen esas ansiosas mini vacaciones mentales. No me considero adicta a las compras, puedo pasarme horas ojeando todas las webs que me gustan para estar al día en todo lo que se lleva y no decidirme a comprar, como beneficio, activo mi proceso creativo y el de la estética, me alejo de los problemas y del día a día, se crea tu momento donde únicamente apareces tú.
Siempre le digo a mi hermana si te gusta, ¡cómpratelo! Luego no sabes que ponerte.
Nos persigue en nuestra cabeza, cuando nos decidimos, algunas veces es como que sentimos que nos estaba esperando y en muchas más ocasiones por pensar nos quedamos sin ello.
Te vas.... y haces terapia en el armario de tu hermana.
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